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18/11/2014. Artículo

Doménech: “El contrato fijo tiene que ser la primera opción” -Economista Jefe de Economías
Desarrolladas de BBVA.

El servicio de estudios de BBVA y Sagardoy Abogados presentaron el jueves pasado
una revolucionaria propuesta para cambiar radicalmente el sistema de
indemnizaciones por despido. El modelo que sugieren es mixto: se mantendrían en
parte la indemnización tradicional (con el pago de un número de días por año
trabajado) que reducirían su cuantía notablemente, y se completarían con una
cuenta de ahorro individual de cada trabajador que se nutriría con salario
diferido. En concreto se destinaría el 2,19% del salario bruto anual a estas
mochilas individuales, que compensarían una indemnizaciones tradicionales más
reducidas. Inmediatamente, la propuesta se interpretó como que el trabajador se
debería financiar parte de su indemnización. El economista jefe de Economías
Desarrolladas de BBVA Research, Rafael Doménech explica la propuesta y
justifica porqué serviría para aumentar los contratos fijos.

Pregunta. ¿Qué pretenden conseguir con este nuevo modelo?

Respuesta.
Cuando a una empresa le llega la hora de elegir si hace un contrato indefinido
o uno temporal, hay dos tipos de incertidumbres: la percepción de inseguridad
jurídica, que no nos planteamos porque fue objeto de la reforma laboral, aunque
esta no se ha terminado de cerrar. Y la incertidumbre económica, que es la que
nosotros tratamos de resolver con esta propuesta. Queremos atajar la
incertidumbre económica que afecta negativamente a cualquier decisión de
inversión de las empresas, como puede ser la creación de un contrato
indefinido.

Lo que no podemos hacer es que la incertidumbre en la contratación indefinida,
tenga la causa que tenga, se convierta en un incentivo para las empresas para
hacer temporales. El contrato indefinido tiene que ser la primera opción, tiene
que ser la opción por defecto y el temporal solo para aquellas que tengan muy
claro que quieran un trabajador solo por un tiempo. Por lo general las empresas
quieren a sus trabajadores para durante todo el tiempo que la empresa vaya bien
y eso es indefinido. Pero, claro, quieren saber que si las cosas van mal van a
poder hacer frente a un despido.

Esa certidumbre económica sí existe en el caso de los temporales. Desde el 1 de
enero se pagarán 12 días por año trabajado al término de cada contrato. Si
antes, cuando esta indemnización eran 8 días, la empresa te iba a pagar 100, el
salario que te ofrecía de entrada eran 92. Ahora, la empresa dirá que si te iba
a pagar 100, como los 12 de indemnización son ciertos, sé que se los tengo que
pagar, le ofrezco de entrada 88. Pero a la hora de la verdad el trabajador
recibe lo mismo, por adelantado en las mensualidades o después. Pero eso no
significa que el trabajador se haga cargo de una parte de su indemnización.

P. Sin embargo, la interpretación de su propuesta ha sido que si
el coste laboral no va a aumentar para la empresa y parte del salario se
convierte en diferido, el sueldo corriente a fin de mes disminuiría.

R. No tendría por qué, ya que la aplicación de este sistema nuevo también supondría
que la negociación colectiva fuera también nueva. Siempre hablamos de contratos
nuevos. En dicha negociación, los trabajadores podrían decirle a la empresa que
ella se está beneficiando de una menor incertidumbre (porque el pago de la
parte de la indemnización tal y como hoy la conocemos será menor) y por eso una
parte de esos beneficios tendría que ir a mayores salarios.

P. ¿Y si esa negociación no se da?

R. ¿Por qué no se va a dar? Las empresas y los trabajadores y sus representantes son
los mismos... Además, la merma del salario corriente, que pasa a ser diferido y
se recuperará cuando llegue el despido, es algo de segundo orden en relación al
enorme efecto que tiene la temporalidad sobre el salario.

Toda esta discusión sobre como se reparte la indemnización se reduciría a que si
tienes un salario corriente de 1.000 euros pasarías a tener uno de 980 y 20
para la mochila, que la cobrarías de forma diferida. Esta discusión sobre si
esos 20 euros van a la cuenta corriente o a la mochila individual es secundario
con respecto a la diferencia de 150 euros que cobrarías menos si tuvieras un
contrato temporal en lugar de uno fijo. Así, reduciendo esta incertidumbre
habría más fijos. Pensamos en abrir la vía del contrato estable a quienes todo
su mundo es el paro o, como alternativa, un contrato temporal.

P. Podría España aplicar completamente ese modelo austriaco en el
que toda la indemnización proviene del salario diferido?

R. Sí,
claro esa es otra posibilidad.

P. ¿Y cree que lo que demandan ahora las empresas para contratar
fijo es aumentar la certeza de los despido en lugar de un ahorro de costes más
básico, en cotizaciones?

R. No se puede generalizar. Pero sí sabemos que la incertidumbre es mala. Además,
esta propuesta ya se barajó en la primera propuesta para la reforma de 2010 y
se descartó por la dificultad de llegar a un acuerdo por estar sumidos en la
crisis. Ahora que llevamos ya cinco trimestres de crecimiento y se crea empleo
es hora de pensar que la ocupación que se cree sea de calidad.


(Noticia extraída de CINCO DÍAS)

 

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